Guía: Los riesgos de la amalgama

A diferencia de otros metales, el mercurio emite ya a temperatura ambiente vapores nocivos para el organismo. Esta vaporización aumenta aún más en la cavidad bucal debido a la temperatura corporal. Las personas que llevan empastes de amalgama llevan constantemente en la boca varios gramos de mercurio. El metal se va disolviendo al masticar, lavarse los dientes, tomar bebidas calientes o por efectos galvánicos, y puede ser asimilado por el organismo y depositado en diversos órganos (riñones, hígado, cerebro, tejidos conjuntivos). Esto, por un lado, produce trastornos en el metabolismo (bloqueos enzimáticos) y, por otro, daños en las células y en la sustancia genética. También el estaño, la plata y el cobre y, en ocasiones, aunque más raramente, el cinc, pueden depositarse en el organismo y, en mayores concentraciones, tienen efectos tóxicos.

¿Qué es la amalgama?
La amalgama se viene utilizando como material de obturación dental desde hace aproximadamente 150 años. Un alto porcentaje de la población lleva en la boca este material económico, sencillo y fácil de trabajar.

La composición de amalgama más utilizada:
Alrededor de un 50% de polvo de aleación (plata, estaño, cobre, cinc, mercurio) y
el otro 50% de mercurio líquido. La mezcla se trabaja inmediatamente como empaste dental.

¿Cómo se manifiesta una intoxicación?
Una intoxicación por amalgama no se manifiesta de igual manera en cada persona. La enfermedad se produce en el sistema de órganos más débil, dependiendo de la constitución del paciente. El riesgo es mayor en niños y durante el embarazo, ya que hasta el 50% del mercurio almacenado por la madre puede pasar al feto. La enfermedad se manifiesta a menudo en hombres y mujeres en edad madura.


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La amalgama produce un efecto tóxico especialmente  en:

  • el sistema nervioso (dolores, depresiones, parálisis);
  • el sistema inmunológico (propensión a infecciones, alergias, hongos);
  • el sistema hormonal (cansancio, nervios, desarreglos menstruales);
  • las mucosas (sinusitis, úlceras, llagas en la boca);
  • los tejidos conjuntivos y de sostén (dolores musculares y en las articulaciones).


División de los afectados por la amalgama en tres grupos:

  1. Portadores de amalgamas que no están enfermos pero padecen  ocasionalmente síntomas de cansancio.
  2. Portadores de amalgamas que presentan diversos síntomas como cansancio,   fotofobia, dolores de cabeza, trastornos del apetito y   episodios depresivos; aunque esto no les impide continuar con su trabajo.
  3. Portadores de amalgamas en los que la enfermedad se ha manifestado,   descompensando su organismo, y que padecen estados de cansancio agudos, dolores de cabeza, migraña, estados de sopor, trastornos del equilibrio, mareos, problemas respiratorios, hiperventilación aguda o crónica, trastornos de la sensibilidad (hormigueo en las extremidades), temblor muscular, calambres, trastornos de la marcha, sabor metálico en la boca, disregulación vegetativa, problemas de vista, diarreas crónicas, pérdida de peso, dolores musculares y en las articulaciones, intranquilidad, estados de angustia, en ocasiones miedo a la muerte.


Síntomas físicos
Migraña, dolor de cabeza, cansancio, estados de fatiga, ligero temblor en las manos, mareos, pérdida de memoria, sensación de tener piernas y brazos dormidos, sabor metálico en la boca, infecciones en boca y garganta, propensión a infecciones, inflamaciones, arritmias, problemas de circulación, dolores en las articulaciones, debilidad muscular, trastornos de la vista, tinnitus, problemas gastrointestinales, colitis, trastornos menstruales y de fertilidad.

Síntomas psíquicos
Miedo, intranquilidad, irritación, nerviosidad, depresiones, desgana, falta de concentración, mala memoria, sueño inquieto, pesadillas, alucinaciones, tartamudeo, balbuceo en el lenguaje, timidez, agresividad, sensibilidad a la luz y al ruido.

¿Qué podemos hacer por usted?
La respuesta está en la Odontología Integral. Disponemos de los tests más recientes y eficaces para elaborar un buen diagnóstico. Después, iniciamos una terapéutica en la que lo primero y más importante es retirar los metales pesados de su organismo. Una parte la realiza el dentista y la otra se lleva a cabo a través de una terapia adecuada, a base de productos naturales y la combinación de medidas individualizadas para la desintoxicación.

Advertencia de la OMS:
La Organización Mundial de la Salud advierte de que el mundo está tan contaminado de mercurio, que apenas quedan personas que no hayan traspasado hace tiempo los límites de tolerancia en sangre. Especialmente en los países industrializados, las mujeres mayores de 40 años tienen de media una concentración como mínimo seis veces mayor que los límites de tolerancia aceptables.

Para más información visite: www.iaomt.com

 

Cómo retiramos las amalgamas

Los residuos de amalgama son considerados tóxicos y deben ser desechados con precaución. Teniendo en cuenta este hecho, habría que preguntarse por qué llevamos en nuestro cuerpo una sustancia de estas características. El sistema inmunitario de los portadores de amalgamas se encuentra sobrecargado y esto se traduce en un gran aumento de las reacciones alérgicas, que pueden manifestares a cualquier edad. La dermatosis, el asma, o la alergia al polen se han convertido en algo habitual en nuestra sociedad. Si desea saber más sobre los síntomas que aparecen en caso de intoxicación por metales pesados y descubrir si usted está afectado, responda el siguiente cuestionario: metales pesados

Medidas de seguridad para la retirada de las amalgamas dentales:

  1. Planificación del tratamiento.
  2. Desintoxicación con refuerzo de medicamentos antes, durante y después del tratamiento.
  3. Durante el tratamiento, tanto el paciente como el equipo médico, disponen de mascarillas a través de las cuales reciben constantemente aire puro para evitar  la inhalación de vapor de mercurio. También la sala está equipada con ventiladores que airean y purifican el ambiente. La cavidad bucal se encuentra protegida y aislada por un dique de goma que evita el acceso de partículas de polvo de amalgama. El equipo lo completa un eyector especial que se coloca sobre los dientes y contribuye a la eliminación total de la amalgama.