Relaciones entre los dientes y otros órganos

Vivir significa reaccionar ante determinados estímulos.
Y dependiendo de si la reacción de nuestro organismo ante un estímulo concreto es correcta o errónea, nos encontramos ante un cuerpo sano o enfermo. Estar sanos significa sencillamente reaccionar de manera correcta ante los estímulos que recibimos. Los focos tienen la capacidad de equivocar estas respuestas o interferir en ellas. De esta manera se reduce la capacidad de regulación del organismo y aparecen trastornos periféricos. Sin embargo, esto no sucede de igual manera en todas las personas; las reacciones periféricas dependen de los antecedentes del paciente: enfermedades, vacunas, disposición genética, intolerancia a materiales dentales, etc.

Un paciente de constitución fuerte soporta sin problemas varios tratamientos en las raíces dentales, mientras que, el mismo caso, en un paciente de constitución más débil, puede dar lugar a molestias considerables. Esta diferenciación en base a la constitución individual de cada persona sólo es posible si entendemos la medicina desde una perspectiva holística. Desde el punto de vista de la terapia focal las reacciones del organismo ya no pueden reducirse a la linealidad causa-efecto, sino que existe un sistema de conexiones mucho más complejo. Por ello, antes de hacer un diagnóstico, debemos tener en cuenta varios factores. Un componente esencial en este tipo de diagnóstico son las interrelaciones energéticas que nos han llegado a través de la medicina tradicional china y que han sido recogidas por dos médicos alemanes: el Dr. Voll y el odontólogo Dr. Kramer. Este conocimiento del cuerpo se basa en los llamados meridianos, un sistema de enlaces a través de los cuales se interconectan energéticamente las diferentes partes del cuerpo. Por supuesto, también los dientes; las vías de conexión que transforman las diferentes partes del cuerpo en un sistema más complejo también discurren por los dientes. De esta manera cada diente “está encadenado” a otro órgano del cuerpo. Son los denominados meridianos. Con estas interconexiones se explica el hecho de que, por ejemplo, un problema de vejiga que nunca termina de curarse pueda tener su origen en un incisivo.

Descárguese la versión en pdf. de la relación entre órganos y dientes.